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El padre detenido por agredir a un árbitro tras un partido de categoría cadete en Aranda de Duero se encuentra en libertad provisional sin fianza con la obligación de comparecer en sede judicial cada 15 días. Así lo ha acordado el Juzgado de Instrucción N1 de la capital ribereña este miércoles, según informa Burgosconecta.
El detenido pasaba a disposición judicial para declarar ante el juez a las 9:10 horas esta mañana, tras haber permanecido en la comisaría de la Policía Nacional desde que se produjo la agresión el pasado domingo. Ahora está siendo investigado por un delito de lesiones.
El Juzgado le ha impuesto además varias medidas cautelares, como la prohibición de acercarse a la víctima, a su domicilio, a su centro de trabajo o a cualquier otro lugar frecuentado por la misma a menos de 500 metros. La prohibición de comunicarse con la víctima por cualquier medio o procedimiento.
Además, le prohibe acudir a campos de fútbol, así como aproximarse a a menos de 500 metros durante las dos horas anteriores y posteriores a eventos deportivos en los que participe su hijo o su equipo, el Capiscol.
El suceso se produjo el domingo por la mañana en los anexos del estadio Juan Carlos Higuero tras un partido de fútbol base en el que los cadetes del Aranda Riber se enfrentaban al Capiscol. Según los testigos, el padre de un jugador visitante siguió al árbitro al finalizar el encuentro para increparle por haber anulado un gol al equipo de su hijo.
En ese momento, le habría propinado un fuerte golpe que provocó la caída del colegiado al suelo. La víctima quedó tendida inconsciente durante varios minutos. Fue trasladado al hospital Santos Reyes de Aranda de Duero con la mandíbula rota y una lesión en la clavícula y derivado al hospital de Burgos para una valoración más exahustiva ante la sospecha de que pudiera padecer alguna lesión más grave en la cabeza.
Por su parte, agentes de la Policía Local detuvieron al presunto agresor, que habría tratado de marcharse del lugar. A continuación fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional donde ha permanecido hasta este miércoles por la mañana, cuando ha pasado a disposición judicial para prestar declaración.
El ábritro, un vecino de Aranda de 59 años y que trabaja como conserje en el colegio Fernán González de la localidad, continúa ingresado en el HUBU. Según fuentes cercanas a la familia, ha salido de la UCI y está en planta bajo una intensa supervisión «dada la gravedad de las lesiones que sufre».
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