

Secciones
Servicios
Destacamos
El Ayuntamiento de Segovia no tiene pensado intervenir en breve para poner en más dificultades a quienes desafían la ordenanza municipal y la gravedad y ... osan acceder al Acueducto por algunos de los resquicios existentes. Así lo han manifestado fuentes del Consistorio tras los dos recientes casos de personas que se subieron y transitaron por la parte superior del bimilenario monumento, santo y seña de la riqueza patrimonial universal declarada por la Unesco.
Estas incursiones sembraron el lógico revuelo y el temor entre los transeúntes que se toparon con los irresponsables paseos de ambos sujetos. Sendos episodios, ocurridos en el intervalo de poco más de un mes, entre el 20 de febrero y el pasado 29 de marzo, han desempolvado el debate sobre la suficiencia de las medidas de seguridad y protección que salvaguardan la integridad del Acueducto frente a este tipo de comportamientos incívicos, irrespetuosos y peligrosos, tanto para la emblemática obra de ingeniería civil construida posiblemente entre el final del gobierno del emperador romano Trajano o ya en el de Adriano, como para los infractores.
«No se van a tomar nuevas medidas a corto plazo» que contribuyan a bloquear el acceso más allá de las que ya están instaladas, confirman fuentes consultadas de la administración municipal de Segovia, que añaden que las que hay implantadas ya coaccionan a quienes se les pasa por la cabeza subirse al Acueducto. Argumentan que el mero hecho de flanquearlas ya representa un esfuerzo y un severo riesgo para los potenciales infractores. En la zona del Postigo hay unos pinchos que tratan de evitar el acceso al monumento por este lugar. Los que quieran pasar del lado permitido al prohibido corren el peligro de clavárselos. De hecho, un agente de la Policía Local resultó gravemente herido al clavarse varios en su pierna en su intento de disuadir a un hombre que amenazaba con arrojarse desde lo alto del monumento.
Asimismo, el Consistorio de la ciudad hace valer también la ordenanza de convivencia, que entró en vigor hace más de dos años, la cual castiga la osadía de quienes se saltan los obstáculos para alcanzar la parte superior del Acueducto. Las denuncias y las sanciones también son armas para combatir a los que vulneran la norma. Así lo ve el actual equipo de gobierno, que recuerda que los infractores se exponen a multas que van desde 1.501 a 3.000 euros al ser calificada su fechoría como una falta muy grave, apuntan fuentes del Ayuntamiento consultadas.
En los dos casos más recientes, la Policía Local procedió a las detenciones de los sujetos y a tramitar las pertinentes denuncias por conculcar la citada ordenanza. El primero de ellos accedió a lo alto de los 167 arcos que sostienen el Acueducto para hacerse un selfie con el teléfono móvil, jaleado además por sus amigos que aguardaban abajo.
El segundo se coló también por el resquicio del Mirador del Postigo del Consuelo, coincidiendo además con la celebración de la Media Maratón, y anduvo -y hasta corrió- por el canal, desatando el estupor y la indignación de quienes seguían a ras de suelo sus operaciones a algo más de 28 metros de altura. Su recorrido se alargó hasta que bajó por sus propios medios ya al final de trazado urbano, en Padre Claret. Allí fue detenido por los agentes locales y posteriormente fue trasladado en ambulancia al Hospital General para que recibiera atención psicológica.
La polémica está latente y brota ante sucesos de este calado. Por lo tanto, de momento el Ayuntamiento de Segovia no va a reforzar los impedimentos que de por sí existen ya en zonas como el Mirador del Postigo, en la plaza de Avendaño, que son los puntos conflictivos por ser las vías por las que los 'escaladores' acceden a la parte más elevada del Acueducto por la que discurre el canal. Esa parte del monumento se eleva unos 28 metros de altura sobre el suelo. Un accidente, un traspiés, un despiste son mortales, como por desgracia ya ha habido que lamentar.
El actual equipo de gobierno municipal que preside el alcalde, José Mazarías, anticipó en julio de 2023, a las pocas semana de tomar posesión, una declaración de intenciones de endurecer las medidas para impedir y persuadir a las personas de acceder a la parte superior del monumento romano. Aquellas manifestaciones se produjeron después de que un joven hondureño que permaneció encaramado durante un buen rato se precipitara contra el suelo desde la zona del Postigo del Consuelo.
Noticias relacionadas
Entonces, los responsables municipales ya reconocían que no iba a ser sencillo reforzar la seguridad ciudadana. La concejala de este área por aquellas fechas, Raquel Alonso, hoy delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Segovia, advertía de la complejidad de tomar medidas para que evitar estos sucesos. «Va un poco en la persona», añadía la edil al referirse a los comportamientos suicidas. Aunque el Consistorio incidía en que iba a plantear alguna intervención a mayores de las que ya existen, no ha habido ningún avance que se haya concretado en estos casi dos años.
Tampoco es fácil por el propio marchamo universal de Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Y es que las iniciativas que pueda tener el Ayuntamiento para dificultar aún más el acceso al Acueducto han de tener en cuenta y respetar el entorno patrimonial de Segovia y del monumento, por lo que no abundan precisamente las alternativas para obstaculizar el paso al monumento desde el Postigo del Consuelo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.