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La guerra arancelaria no será beneficiosa para nadie. Es la frase que estas semanas ha repetido hasta la saciedad Bruselas ante las medidas arancelarias anunciadas ... por el presidente estadounidense Donald Trump. Y este viernes, el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis ha puesto cifras a esta afirmación: Bruselas prevé que si se establecen aranceles permanentes del 20% o si se ponen en marcha nuevas represalias, el Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense se verá reducido en un 3,3% y el europeo en un 0,6%.
Dombrovskis ha apuntado que las estimaciones «pueden no ser totalmente precisas, pero muestran que los aranceles son perjudiciales para la economía». El comisario ha incidido en que Europa «no quiere la confrontación» y este mismo viernes se ha dado a conocer que el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, viajará el lunes a Washington para tratar de negociar una salida a la guerra comercial.
Los aranceles no sólo impactarán en la economía de las dos potencias, sino que «el comercio mundial se reducirá un 7,7% en tres años», ha asegurado Dombrovskis en la rueda de prensa posterior a la reunión informal de ministros de Economía y Finanzas del bloque, en Varsovia. El comisario ha celebrado la pausa de 90 días dada por la Administración Trump y que ha llevado a su vez a una suspensión por el mismo plazo de las contramedidas europeas. Con todo, ha destacado que los aranceles recíprocos del 10% que EE UU aplica a todos los países siguen en vigor, así como las tasas del 25% al acero y el aluminio y a los vehículos europeos.
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