

Secciones
Servicios
Destacamos
Los vecinos de Sepúlveda no han sido ajenos a las turbulencias que ha experimentado la vida política del municipio en los últimos meses. La crispación ... y «hostilidad» han estado presentes en las conversaciones que se han desarrollado en los días posteriores al anuncio de la moción de censura contra María Irene Michelena, alcaldesa del pueblo desde junio de 2023 hasta este miércoles. De ahí la tensión que se respiró en el salón de plenos del Ayuntamiento con motivo de su destitución, donde los asistentes fueron partícipes de un largo listado de acusaciones, enfrentamientos y desacuerdos entre los representantes locales.
Había una gran expectación entre los sepulvedanos por el posible cambio de gobierno. No sorprendió por tanto que hasta diez minutos antes de comenzar la sesión apenas quedasen asientos libres en la amplia sala de la Casa Consistorial que albergó el debate de cese de la alcaldesa. El aforo se completó, pese a coincidir el pleno con horario laboral. La exregidora se hizo unos minutos de rogar, del mismo modo que el concejal de Vox, su único socio de gobierno. Esta ligera demora perturbó al público, que dudó por unos instantes sobre la participación de los miembros del equipo de gobierno en el pleno.
Cuando al fin aparecieron por la puerta, todos dirigieron sus miradas a Michelena, que mostraba seriedad en su rostro pese a esbozar una sonrisa. La exalcaldesa permaneció tranquila hasta finalizar la lectura de la moción por parte de la secretaria. A continuación, el PSOE rechazó intervenir y fue la exregidora quien tomó la palabra. El cruce de acusaciones, especialmente dirigidas contra sus anteriores compañeros de partido, se prolongó durante algo más de media hora. En todo momento defendió que Juan Manuel San Frutos, no adscrito, había firmado documentos como edil del PP para sacar adelante esta propuesta, lo que consideró «falsedad documental».
El concejal le trasladó que no le hiciera preguntas porque no «iba a contestar en ningún momento», aunque aprovechó para criticar la «falta de transparencia» de Michelena por no haber facilitado expedientes solicitados, lo que ella justificó por la ausencia de la secretaria. «Se fue por no aguantarte», apostilló San Frutos. La exalcaldesa pidió amonestarle mientras que el PSOE aconsejaba a su socio «no entrar al trapo» en las discusiones.
Noticia relacionada
Este fue uno de los momentos más polémicos del pleno, en el que Michelena incluso llegó a callar a una concejala del PSOE durante una reprimenda. «No le he dado la palabra», aseveró, lo que provocó la indignación del público. Algunos ediles socialistas y también populares no podían ocultar sus gestos de repulsa ante las acusaciones vertidas por la exregidora, pero optaron por guardar las distancias. No sucedió lo mismo con Michelena, quien tras conocer las retribuciones a uno de los futuros alcaldes pronunció: «¡Qué vergüenza!», una frase que estuvo acompañada por varios resoplidos entre los asistentes.
Cuando se aprobó la moción y tomó posesión el nuevo alcalde, Alonso Fernández Poza, hubo vacilaciones sobre quién debía entregarle el bastón de mando. En primer lugar, este fue ofrecido a Michelena, quien se negó rotundamente a concedérselo. En ese momento saltó el socialista Ramón López Blázquez: «Trae, ya lo hago yo». Finalmente, fue el edil de Vox, Francisco Conde, el encargado de protagonizar este acto protocolario. «Me voy, que tengo hora en el juzgado. ¡Qué sinvergüenzas!», se despidió la exregidora.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.