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La Semana Santa vallisoletana vivió el martes una inesperada controversia que tuvo como epicentro a la Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias y ... al bar El Timón del Calderón. El motivo: el anuncio de una saeta que iba a interpretarse desde uno de los balcones del bar al paso de la Virgen de las Angustias, durante el comienzo de la Procesión del Encuentro del Martes Santo, publicitado a través de un cartel que desató una ola de críticas en redes sociales y motivó un comunicado oficial de rechazo por parte de la cofradía.
Según explica Marcial López, a cargo del establecimiento hostelero, la intención en un inicio era «organizar una pulpeira el Martes Santo», coincidiendo con el partido del Barcelona, y «un corte de jamón el miércoles, aprovechando el partido del Real Madrid», que se estaba disputando durante al realización de la entrevista. La idea, que surgió durante la semana pasada, fue promocionada con la elaboración de carteles y 'flyers', repartidos en algunos hoteles cercanos.
Sin embargo, la iniciativa de la saeta llegó más tarde, y López, según explica, la puso en conocimiento de algunos miembros de la Cofradía de las Angustias durante un encuentro informal en su propio bar: «El sábado por la mañana estaba el presidente de la Cofradía de las Angustias con más miembros tomando un café y pensé que esa era la ocasión», recuerda. «Le comenté el tema de la saeta y al hombre le gustó la idea y quedamos en hablarlo. A los quince o treinta minutos, vino acompañado de otro miembro de la cofradía y estuvimos hablando de cómo hacerlo, visualizando el balcón que da a la calle Angustias, justo en frente del Calderón».
Tal y como relata López, en ese momento propuso a los cofrades que allí se encontraban organizar el canto de la saeta en otro de los balcones de los que dispone el bar, concretamente el orientado hacia la calle Echegaray, por donde la comitiva continuaría su recorrido al iniciar la Procesión del Encuentro: «Fuimos los tres, cruzamos la acera y visualizamos el trayecto de la Virgen para ver dónde se podría cantar», añade.
Entonces, el dueño del local asegura que recibió un visto bueno verbal: «El presidente de la Cofradía de las Angustias quiso saber cuánto podría durar la saeta y le dije que alrededor de un minuto o 50 segundos. Entonces él me dijo 'pues la paramos'», asegura. «Yo no soy creyente, pero en ese momento se me puso la carne de gallina». «Me dio tal subidón que empecé a comentarlo a uno y a otro… y se corrió la voz. A mí me habían dicho que sí me dejaban y estábamos todos emocionados», comparte el gerente del bar El Timón del Calderón, quien afirma que «la saeta se iba a hacer con todo el respeto y todos estábamos emocionados». «Yo creo que hasta ellos estaban emocionados».
Sin embargo, durante la noche del lunes, las críticas comenzaron apenas quince minutos después de anunciar ambos eventos en un cartel publicado en redes sociales. Entonces Marcial López, alertado por el responsable de las redes, se dirigió al local: «Viniendo me encontré con el presidente de la cofradía, que estaba ensayando, y le comenté lo que estaba pasando para ver qué hacíamos. Estaba ocupado y me dijo que hablásemos luego». Poco después, según relata, «vino al bar para manifestar su descontento y «me dijo que estábamos utilizando la imagen de la Virgen de las Angustias« para promocionar la pulpeira. «Le dije que no, que no era así, y que él me había dado permiso para la saeta». Además, «la pulpeira ya había sido contratada y promocionada antes. Lo principal era la pulpeira, porque a mí el cantar la saeta no me da dinero», afirma.
Ante esto, el bar de la calle Angustias suprimió el evento y retiró la publicación de sus redes sociales: «Yo, en el momento que me dijo que lo quitara, lo quité». No obstante, como explica López, «en el comunicado que da la Cofradía de las Angustias en ningún momento se habla de la saeta, porque él me dio permiso, aunque las críticas de la gente hayan tirado por ahí». Desde la cofradía se aseguró el martes que no han autorizado «en ningún momento» el uso de imágenes de la Virgen ni han dado su consentimiento para «vincular su nombre a ninguna actividad de este tipo»
Sin embargo, la polémica no ha trascendido las redes: «No ha pasado nada. Yo no tengo ninguna intención de molestar a nadie», comparte. «Era algo que podía haber sido histórico por toda la gente que estaba aquí», además, añade que, por la orientación del balcón desde donde se tenía previsto cantar la saeta (en la calle Echegaray) «la imagen del local no iba a salir», ya que esta se ubica en la propia calle Angustias. «A mí me jodió muchísimo, porque hubiera quedado preciosa la escena con la Virgen y el Teatro Calderón detrás».
Finalmente no se realizó la saeta, ni siquiera a puerta cerrada: «La idea era hacer un evento para el público y se ha distorsionado totalmente», lamenta Marcial López, a cargo del bar El Timón del Calderón.
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