Valladolid

Oleada de robos invernales en los chalés de El Peral con cinco saqueos en dos meses

Esta vez otra banda aprovechó que la casa estaba vacía momentáneamente en la tarde del viernes para consumar el robo, accediendo al interior de la vivienda al saltar desde la terraza a la primera planta. La persiana del dormitorio principal, visiblemente doblada, fue la puerta de entrada al hacer palanca con una ganzúa, según la explicación que les han dado desde la Policía Nacional.

Fueron alertados al sonar la alarma de otra de las viviendas de la misma manzana, propiedad de una familiar, donde se consumó simultáneamente el segundo robo, que tuvo por objeto el mismo botín. Al llegar a la casa se encontraron una de las habitaciones revueltas, de donde los intrusos sustrajeron joyas y dinero en efectivo.

Ambos robos tuvieron lugar dos días después de que otra casa de la misma urbanización fuera objeto de una intentona. La dueña se percató de que habían intentado entrar al encontrarse revuelta la terraza de la casa y procedió a interponer una denuncia, la tercera en una semana. Se trata además del tercer robo en la misma manzana, el segundo en la calle Mango, desde diciembre.

Los vecinos achacan los robos en la zona, entre otras cuestiones, a la escasa iluminación en la calle, en un barrio cuyo desarrollo aún no se ha completado y donde hay algunos 'esqueletos' de la burbuja inmobiliaria, actualmente cercados. Así mismo, señala una de las afectadas, la manzana está bien conectada con salida hacia la VA-30, lo que facilita la huida de los delincuentes.

El silencio impera en el vecindario y muchas de las casas permanecen con las persianas bajadas. «La policía nos ha dicho que tenerlas todas subidas es una invitación a los ladrones», contextualiza otro residente, que en Navidad vio como robaban en casa de su vecina, al ver «la luz de unas linternas» en la oscuridad. La historia se repetía poco después, el 10 de enero, con un segundo asalto en la misma calle, José Velicia.

En total, desde que comenzara la oleada de robos hace dos veranos, con un primer asalto, también en José Velicia, han sufrido cerca de una decena de robos, estiman los afectados. Siendo los viernes por la tarde, en torno a las 19:00 y las 20:00, de «alerta roja».

Se trata además del mismo 'modus operandi' empleado en los robos que tuvieron lugar este mismo verano en las urbanizaciones cercanas de Las Villas y Santa Ana. Los primeros se registraron a principios del verano, cuando dos viviendas de las calles Villán de Tordesillas y Valdenebro de los Valles fueron allanadas a finales de junio. Un mes después los 'asaltos exprés', en busca del mismo botín y con idéntica forma de proceder, se extendían a las calles Estocolmo y Montreal, en la urbanización de Santa Ana. Y ya en agosto, una tercera vivienda familiar de la calle Valdenebro de los Valles volvió a ser objetivo de los 'cacos', pese a que contaba con un sistema de vigilancia, alarma y otras medidas antirrobo.

Ya en diciembre, también en la zona sur, un nuevo caso tuvo lugar en un inmueble de la calle Villagarcía de Campos, en las proximidades del Puente de Hispanoamérica, donde un grupo organizado se adentró en una casa en la que en ese momento se encontraban dos personas de avanzada edad. Los sospechosos, además de asustar a los dos moradores, abandonaron la vivienda después de sustraer del inmueble unos 8.000 euros. En el transcurso del robo con violencia, los presuntos autores rebuscaron por toda la casa, si bien los dos ancianos resultaron ilesos, según confirman fuentes de la Policía Nacional.